Sobre las 20:30 del sábado 1 de agosto, salían desde la Plaza del Ayuntamiento los participantes de esta primera ruta senderista pos-confinamiento organizada por la Asociación cultural Portus planus, en dirección al paraje de La Nava.
Los asistentes ataviados con sus mascarillas han cruzado el puente de San Agustín para dirigirse a la calle Conde Valmaseda, donde se encuentra el antiguo hospital de Peñarroya, hoy residencia de ancianos llevada por las Hermanas de la Cruz.
Durante el recorrido se han realizado varias paradas para conocer anécdotas y curiosidades sobre las llamadas casas de los franceses, las instalaciones de los talleres Calatrava, el palacio de ferias y congresos de La Central, las ruinas del lavadero de carbón de la S.M.M.P y de la cuenca minera y los ferrocarriles de Puertollano.
Ha sido un paseo de lo más entretenido e interesante pese a la incomodidad de las mascarillas y el calor asfixiante. Al llegar a la Nava, Raúl Daimiel, presidente de la asociación, ha explicado muchas cosas sobre la historia del paraje y los yacimientos que allí se encuentran.
Ya era casi de noche cuando se llegaba al palomar y a la zona de la fuente agría y el yacimiento de las misteriosas cazoletas. Los participantes se han sentado allí para tomar un tentempié, beber agua agria fresquita y deleitarse con una pequeña clase de astronomía de la mano de Alfonso Gómez, miembro de la asociación, que ha estado enseñando con su puntero láser diversas constelaciones como la del carro, la estrella polar, Júpiter, Vega, etc.
Tras unos 15 o 20 minutos de descanso los integrantes del grupo, se han puesto en marcha linterna en mano a cruzar el polígono industrial de la Nava y la carretera N-420. La ruta, ya en su recta final ha seguido por un sendero que bordea los terrenos de Encasur paralelamente a la carretera. Luego se ha cogido el camino asfaltado de entrada al lavadero de carbón de Encasur, hasta un camino de tierra que hay a la izquierda en dirección al Terri.
Después de los 12 kms de ruta, algunos valientes se han atrevido a subir a la cima del Terri, otros han decidido emprender el camino de vuelta a Puertollano acompañados de algunos miembros de la asociación.
Portus planus os agradece vuestra asistencia y apoyo a la labor del colectivo, muchos ya habíais hecho la ruta, pero también nos ha encantado conocer a gente que se ha desplazado desde fuera de Puertollano para participar en esta actividad, gente que se estrenaban por primera vez con Portus Planus.
Vosotros nos hacéis crecer y gracias a vosotros, podemos hacer posible la difusión del patrimonio de nuestro pueblo.