
El edificio donde se ubica actualmente el Museo Etnológico de Puertollano, se construyó en 1918 por la Compañía Madrileña de Urbanización, para la Sociedad Hulleras de Puertollano.
Esta sociedad de capital nacional, se constituyó para explotar las minas de San Francisco, La Isabela y Demasía a San Francisco. Tuvo su primera sede en la Calle Santísimo número 11.
La Compañía Madrileña de Urbanización fue creada por el ingeniero y urbanista Arturo Soria en 1894, para la construcción de “barriadas cómodas, higiénicas y baratas” en donde “se haga compatible la vida del campo con la proximidad al centro” de la ciudad, y bajo el lema: “Para cada familia, una casa; en cada casa, una huerta y un jardín”. A través de esta compañía se difundió en España un proyecto ideológico, social y urbano que se materializó en la construcción de la Ciudad Lineal, de Madrid.
Sobre este edificio, uno de los más antiguos de Puertollano, tenemos poca información y sólo hay una fotografía publicada de él, en la que se aprecia en lo alto de la fachada un enorme letrero con el nombre de la compañía: HULLERAS DE PUERTOLLANO. OFICINAS.
Portus Planus ha encontrado un documento digitalizado de la revista La Ciudad Lineal del 10 de marzo de 1919, donde aparece una descripción del edificio:
“El día 14 de febrero último se hizo entrega del edificio construido por la Compañía a la Sociedad Hulleras de Puertollano.
Dicho edificio consta de planta baja y principal: distribuida la primera, en departamentos para oficinas, de retretes y urinarios y caja de escalera. La planta principal se distribuye: en paso central, comedor, cocina, despensa, cuarto para criadas, cuarto de baño, con baño, bidet y lavabo, cuarto con w.c. de lujo y cuatro dormitorios con cuatro gabinetes; los muros de la fachada son de fábrica y mampostería careada, con abultados en jambas, pilastras, dinteles y cornisas de fábrica de ladrillo al descubierto; el tejado a dos aguas, cubierto con pizarra: todas las habitaciones están decoradas con escocias de “Estaff” y pintadas al temple, y los pavimentos de todas las principales son de loseta hidráulica, de imitación a mosaico; en todo el departamento de oficinas y comedor tiene instalación de calefacción por agua caliente.
Dicho edificio, a pesar de las dificultades con que se ha hecho su construcción, por haber tenido que llevar los principales materiales y obreros desde Madrid, ha quedado en inmejorables condiciones de solidez, y decorado y buenas condiciones higiénicas”.
El edificio pasó por diversas manos hasta que lo adquirió el Ayuntamiento de Puertollano para convertirlo en Museo Etnológico. Los últimos propietarios del edificio, convertido en casa particular, fueron la familia de los Porras: Antonio Porras y su esposa Margarita.
Muy interesante