Al sur del núcleo urbano de Puertollano, al iniciar la carretera del Villar, un acceso a la derecha conduce al pozo Norte. Tercer pozo de la concesión minera «La Cruz», número 7074 en el registro del distrito minero de Ciudad Real, (anteriormente «La Inglesa», nº 3178, cuyo propietario fue D. Federico King y Port).
El pozo Norte inicio su construcción en 1927, llegando a la profundidad de 220 metros, una vez terminada su construcción e iniciado su funcionamiento, sustituyo en las labores de extracción al que hasta entonces había sido el pozo principal del ovalo Norte, el pozo «La Cruz», el cual a partir de esas fechas, paso a ser pozo de ventilación del citado pozo Norte.
Contaba con un castillete tipo Eiffel de 30 metros de altura, jaulas de dos pisos y los más modernos medios de aquella época (junto con el pozo Antolín de Peñarroya-Pueblonuevo), para el arranque, extracción, clasificación y transporte del carbón. Contaba también con talleres de carpintería, fraguas, taller de ajuste, playa de vías para: vagones vacios, carga de vagones y vagones con madera para las labores necesarias de entibación y tabicado de galerías para redirigir la ventilación adecuadamente.
Fue el pozo de extracción principal del ovalo Norte y a través de él se laboró una gran extensión de terreno que comprendía las concesiones «La Cruz», «La Mejor de Todas» y «Balmes».
Sus dimensiones eran las siguientes: 4,8 metros de diámetro por 220 metros de profundidad, forrado interiormente con una capa de ladrillo de 0,5 metros de espesor en toda su longitud. Cortó la capa «0» a 84.5 mts. La capa «0-1» a 128 mts. y a 195 la «1ª». Tuvo a 130 mts. el nivel que utilizo como general de transporte y el embarque general interior a 205 mts. de profundidad. En este nivel 205 se encontraban las basculas motorizadas, la cámara de carga y el garaje para locomotoras. Se extraían 900 Tm. diarias en 8 horas, pudiendo llegar más de 2000 Tm. en 24 horas, así mismo, estaba preparado para extraer la misma cantidad de carbón hasta los 500 mts. de profundidad.
Estaba comunicado interiormente con los pozos: «Rolando»(las Viñas), «San Enrique»(las Parras), por el cual salían los mineros cuando en el pozo Norte había problemas eléctricos, y «San Armando» de la concesión «La Mejor de Todas»; pozo «La Cruz» de la concesión de su mismo nombre y pozo de «Ventilación nº 1″ de la concesión» Balmes «.
También y según algunos mineros, se comunicaba (por algún hueco accidental) con el pozo San Julián en el que según cuentan, se podía beber en la zona de embarque, el agua más fresca de todas las minas de Puertollano .
En las instalaciones de los talleres, sonaba una sirena a la una del medio día que prácticamente se llegaba a oír en casi todo el pueblo y por la que mucha gente se guiaba para sus quehaceres.
Por el exterior, comunicaba por ferrocarril con la playa Loring ó apartadero de Calatrava mediante un ramal que derivando de la línea principal a la mina Asdrúbal llegaba hasta el pozo San Julián de la mina San Esteban, teniendo antes de llegar a este último, derivaciones a la mina San Vicente y al pozo Norte.
Este pozo ha sido el más importante y moderno de toda la cuenca carbonífera de Puertollano y otras cuencas de la geografía nacional.
Dejo de prestar servicio en el año 1973.
Del conjunto inicial se conserva el castillete metálico, (con una altura total de 30 metros, estructura metálica de once cuerpos, y cubierta a dos aguas), las poleas de la sala de máquinas que fue demolida en el año 1978, un cubeto de almacenamiento de agua para las máquinas de vapor, los tambores tronco-cónicos de la máquina de extracción, cabrestantes utilizados para el arrastre de vagonetas en los planos inclinados, locomotoras de distinto tamaño(entre ellas la llamada, «La Gorda»), vagonetas de distintos tipos, gatos utilizados para la entibación metálica, etc.
Para la reutilización del conjunto como Museo de la Minería (1992) se ha incorporado al conjunto un edificio de nueva planta en el lugar donde se situaba el antiguo taller de selección de mineral.
Actualmente el museo de la minería se encuentra cerrado por obras de adecuación para su apertura al público.
Autor del artículo: Alfonso Gómez